Todos sabemos que el ejercicio es importante para la salud, la fuerza y la energía, pero lo que a menudo falta no es el conocimiento, sino motivaciónEl entusiasmo inicial desaparece fácilmente cuando llega el cansancio, la falta de tiempo o simplemente un mal día. La buena noticia es que la motivación no tiene por qué ser pasajera: puedes construirla mediante pequeñas estrategias y hábitos.
¿Por qué perdemos la motivación?
-
Expectativas demasiado altas - Cuando queremos resultados rápidos, nos decepcionamos si no los vemos de inmediato.
-
Una rutina que se vuelve monótona - Hacer lo mismo día tras día puede reducir el deseo de entrenar.
-
Falta de apoyo -Es más fácil rendirse cuando no tienes a nadie que te empuje.
¿Cómo encontrar y mantener la motivación?
1. Establezca metas realistas
En lugar de pensar en el "cuerpo perfecto en un mes", céntrate en pequeñas victorias: haz ejercicio tres veces por semana o aumenta tu resistencia durante unos minutos.
2. Encuentra un entrenamiento que te guste
La motivación surge de forma más natural cuando disfrutas de lo que haces. Ya sea HIIT, yoga, pilates o entrenamiento postural, encuentra un estilo que se adapte a ti.
3. Haz ejercicio en el momento adecuado para ti
A algunas personas les gusta entrenar por la mañana porque les da energía para todo el día, mientras que otras funcionan mejor por la noche. Es importante encontrar un ritmo que se adapte a ti.
4. Combina rutinas
Al introducir diferentes programas, el entrenamiento se vuelve más interesante y el cuerpo enfrenta nuevos desafíos.
5. Recuerda por qué empezaste
Escribe las razones por las que quieres hacer ejercicio (ya sea por salud, energía o confianza en ti mismo) y vuelve a ellas cuando la motivación disminuya.
Conclusión
La motivación no es algo que se "espera"; se crea con constancia, objetivos y disfrutar del proceso. Cuando encuentras tu ritmo y el tipo de entrenamiento adecuado, el ejercicio se convierte en un hábito, no en una obligación.